domingo, 30 de agosto de 2009

UNA ESPINA. POR JORGE ALEJANDRO VEGA



Eras un rosal
Hermoso y atrayente
Despertabas mis más hermosos sentimientos
Abriste tus pétalos carnosos y delicados
Controlando mis maravilladas pupilas
Tu pistilo dejaba ver la esencia de tu alma
Un deleite inundaba mi corazón
El viento te azotaba
Te lastimaba
Te arranco unos pétalos, lloraste
Eras tan frágil
Tan vulnerable
Tan delicada
Titubee
Pero conmoviste mi corazón
Mi mano se extendió y dirigió hacia ti
Quería cuidarte, protegerte
Alejarte del peligro
Te tome
Clavaste tus espinas en mi piel
Derrame sangre sobre tus pétalos burlones
Preferiste seguir a merced del viento, perdiendo tus pétalos
Me rechazaste
Tus espinas aun están clavadas en mi piel
Tu recuerdo se ha convertido en un dolor para mí

1 comentario:

Gaby G. L. dijo...

Este es de los mejores... Felicidades!!=D